¿Alguna vez has pensado convertirte en auxiliar de vuelo? ¿Quieres saber más cosas acerca de trabajar a bordo de un avión? En esta entrada te cuento mis 10 razones principales para ser tripulante de cabina y por qué me encanta mi trabajo.
Desde que empecé en la aviación hace cuatro años ya no me imagino haciendo cualquier otra cosa. Aunque sí es cierto que este trabajo es muy duro, para mí las ventajas que conlleva compensan cualquiera de los inconvenientes.
¡Allá vamos con mis 10 razones para ser tripulante de cabina!
TABLA DE CONTENIDOS
- Conoces un montón de gente de otras culturas e idiomas
- Cada día es diferente
- Los compañeros de trabajo
- Tienes más tiempo libre
- Puedes irte de vacaciones en temporada baja
- Se acabó el estrés
- Se acabó el aburrimiento
- Descuentos a la hora de volar
- Siempre tendrás algo interesante que contar
- Por encima de las nubes siempre brilla el sol
1. Conoces un montón de gente de otras culturas e idiomas
Ya sean tus compañeros de trabajo, el personal de los aeropuertos a los que vueles o los pasajeros que llevas en el avión, cada día hablarás con un montón de personas de culturas diferentes. Este contacto cultural para mí tiene un gran atractivo, ya que me permite aprender más acerca de muchas cosas y verlas a veces desde puntos de vista diferentes. Este trabajo ayuda definitivamente a abrir tu mente.
Al encontrar a diario a gente de países diferentes, también se te presentan muchas oportunidades de practicar los idiomas que estés aprendiendo.
2. Cada día es diferente
Nada de jornada de 9:00 a 17:00 de lunes a viernes. Algunos pensarán, ¿y por qué es esto una ventaja? Sí, es cierto que mucha gente está satisfecha de tener esa jornada laboral y librar los fines de semana. Tener siempre la misma rutina no les afecta para nada.
Yo descubrí hace tiempo que para mí este no es el caso. He tenido muchos trabajos de oficina y, aunque al principio me parecían interesantes, al final acababan convirtiéndose en algo monótono. Terminaba siempre contando los días para que llegase el fin de semana.
Ahora, sin embargo, te digo que la mayor parte del tiempo ni siquiera sé en qué día vivo. ¿Es lunes? ¿O quizá jueves? Bueno, realmente la mayor parte de las veces que me sucede esto resulta que es domingo, no tengo nada en la nevera y el supermercado está cerrado… pero eso es otra historia jajaja.
El caso es que no tener una jornada fija de trabajo no me parece el fin del mundo. Puedo encargarme con tranquilidad de cosas como citas médicas o trámites burocráticos sin tener que pedir días libres para ello. También puedo ir al supermercado, a los centros comerciales, a parques de atracciones y muchos otros sitios sin tener que aguantar colas o lugares llenos de gente.
3. Los compañeros de trabajo
En aviación he podido disfrutar siempre de un estupendo clima de trabajo. En estos cuatro años (a la fecha de escribir esta entrada), no he tenido nunca una mala experiencia con un/a compañero/a y pocas veces he observado discrepancias graves entre los miembros de la tripulación.
El motivo de esto está probablemente en que cada día trabajas con gente diferente. En las compañías más grandes incluso no conocerás a todos tus compañeros. En las que yo he trabajado hasta ahora, como eran algo más pequeñas, conocía a casi todos pero cada día trabajaba con diferentes personas. ¡Puede ser que te toque dos días seguidos con la misma persona o que no la veas en meses!
Esto hace que siempre tengas algo que contarle a los demás y que los temas de conversación no se tornen aburridos. También evita que al trabajar siempre con la misma persona terminen por irritarte algunas cosas que hace. Además, el trabajo en equipo es una de las características más importantes que debe tener un tripulante de cabina, y eso se nota a diario en el equipo de trabajo.
Incluso si encuentras a alguien con quien no te lleves del todo bien, te tomas las cosas de otra manera porque sabes que al día siguiente volarás con otras personas. Cada día tendrás también un jefe distinto.
Sin duda esto es una de mis razones favoritas para ser tripulante de cabina, ya que para mí resulta muy gratificante tener cada día un buen ambiente de trabajo.
4. Tienes más tiempo libre
Si comparo este trabajo con cualquiera de los que he tenido anteriormente, me da la sensación de que tengo mucho más tiempo libre. O por lo menos lo disfruto mucho más.
Está claro que hay días que no tienes muchas energías, porque tienes que reponerte de un vuelo nocturno o de una larga semana de trabajo, pero aún así encuentro que puedo aprovechar mucho mejor mi tiempo de ocio.
También tenemos días de standby, lo cual significa que estás en tu casa pero tienes que estar pendiente del teléfono y si te llaman, salir muchas veces inmediatamente para el aeropuerto. Si no te llaman tienes por lo tanto el día libre. Aunque en estos días no puedes planificar nada porque no sabes si de repente te va a tocar trabajar, puedes aprovechar estupendamente ese tiempo para hacer otras tareas, como por ejemplo limpieza o estudiar idiomas. O en mi caso, aprovechar para trabajar en este blog 🙂
5. Puedes irte de vacaciones en temporada baja
Sí, esto también se puede hacer en otros trabajos, es verdad. Sin embargo, conozco a mucha gente con trabajos de oficina y en otros sectores, que solamente pueden pillarse vacaciones en verano y otras fechas especiales como Navidades. Pero, ¿qué sucede? Que en estas fechas es cuando todos los viajes están más caros. Al final terminas teniendo que ahorrar un montón de dinero para poder pegarte un buen viaje una vez al año, o dos si tienes suerte.
Yo, sin embargo, prefiero no coger vacaciones en temporada alta sino en meses como noviembre o febrero. Así puedo irme si quiero de viaje al otro lado del mundo, a un lugar donde haga buen tiempo. Además me va a salir más barato que si lo hiciera en julio o agosto. Y lo que hago en los meses de verano es irme de escapada a algún sitio cuando tengo tres o cuatro días libres. No he tenido más libertad en cuestión de viajes que desde que empecé en este trabajo.
6. Se acabó el estrés
A ver, con esto no me refiero a que nunca tengamos estrés. Está claro que si tienes un vuelo lleno, o poco tiempo, surge una emergencia médica o cualquier otra cosa, podemos tener momentos estresantes como en cualquier otro trabajo.
A lo que me refiero es a que cada vuelo es algo diferente. No te llevarás nunca trabajo a casa. Cuando se acaba el vuelo se acaban los problemas que hayan podido surgir durante el mismo.
En algunos de mis anteriores trabajos de oficina, cuando estaba en casa no podía dejar de pensar a veces en determinadas tareas que tenía que tener listas para un cierto día, o en cómo podía solucionar ciertos problemas. Ahora sé que puedo llegar a casa y olvidarme de lo que haya pasado en el día, ya que mañana todo será diferente.
7. Se acabó el aburrimiento
Una de mis mejores razones para ser tripulante de cabina es que en esta profesión no existe la monotonía. Incluso aunque estés en una compañía donde normalmente vueles a los mismos lugares, cada día es distinto. Nunca sabes lo que va a pasar y con qué situaciones nuevas vas a encontrarte.
Al dar cada día con diferentes personas se producen distintas situaciones. También al trabajar a diario con distintos compañeros, vas a escuchar nuevas historias acerca de sus vidas, de sus hobbies, etc. Realmente se te expanden mucho los horizontes con este trabajo.
Además ganarás un montón de experiencias increíbles que podrás recordar incluso muchos años después. Tengo un montón de recuerdos de momentos vividos en distintas ciudades con compañeros diferentes, que estoy segura que por mucho que pasen los años no será fácil que se borren de mi memoria.
8. Descuentos a la hora de volar
Muchos piensan que siendo tripulante de cabina puedes volar gratis cuando y adonde quieras. A ver, esto no es cierto, pero la verdad es que sí que tenemos un gran descuento en los billetes de avión bajo ciertas condiciones.
Esto siempre dependerá de la compañía para la que trabajes, puesto que en cada una los beneficios son diferentes. Supone una gran ventaja, ya que para los que nos gusta tanto viajar nos permite hacerlo más a menudo.
Si os soy sincera, esta no es una de mis razones favoritas para ser tripulante de cabina. Está muy bien como incentivo, claro que sí, pero también te digo que los que solo empiezan en este trabajo por esta razón no duran mucho.
Este es un trabajo que puede llegar a ser muy duro e implica muchas responsabilidades. La gente que he visto que no se lo ha planteado antes de empezar y solo ha pensado en los beneficios no tarda en darse cuenta de que esto no es para ellos.
9. Siempre tendrás algo interesante que contar
Este es un trabajo que normalmente genera mucha curiosidad en la gente. Cuando conozcas a alguien nuevo y te pregunten en qué trabajas, preparáte para tener que responder a miles de preguntas.
De todas formas, no te será difícil encontrar anécdotas que contar, debido a las miles de situaciones que habrás vivido. Te da para mucho tema de conversación 🙂
10. Por encima de las nubes siempre brilla el sol
Largos y oscuros días de invierno. Sales de casa, vas a trabajar y a través de la ventana lo único que ves en todo el día es un cielo cubierto de nubes. O lluvia. O tormenta. ¿A quién no le ha pasado?
Hay algo en mi día a día que por mucho que lo veo aún me maravilla. Ir a trabajar en un día gris de lluvia, intentar llegar al aeropuerto sin el uniforme empapado, recibir a los pasajeros en el avión mientras intento no congelarme de frío al lado de la puerta… Y cuando el avión asciende y vuela por encima de todas esas nubes, de repente observas un magnífico sol a través de las ventanas.
Esto me hace pensar que no cambiaría las vistas de «mi oficina» por ninguna otra:
¿Te ha parecido todo esto interesante? ¿Te gustaría trabajar como tripulante de cabina?
Después de haber leído acerca de las ventajas de ser azafata de vuelo, ¿por qué quieres ser tripulante de cabina? ¿Qué aspectos de esta profesión te han llamado más la atención? ¡Cuéntamelo todo abajo en los comentarios!
En esta entrada te he contado los motivos y razones por los que yo amo ser tripulante de cabina y ya no me imagino haciendo ninguna otra cosa. Sin embargo, si te planteas la posibilidad de entrar en el mundo de la aviación, tienes que tener en cuenta que no todo son ventajas. Este trabajo tiene cosas que muchos consideran inconvenientes y cada uno debe ser consciente de lo que supone y valorar si de verdad este estilo de vida es para él. Por ello, te invito a leer también mi entrada acerca de los inconvenientes del trabajo como tripulante de cabina.
Si ya tienes claro que esta profesión es lo tuyo, puedes pasarte por mi artículo sobre los requisitos para ser tripulante de cabina para estar bien informado/a de lo que vas a necesitar.
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Diplomada en Turismo, Tripulante de Cabina de Pasajeros y bloguera de viajes. Fundadora y editora del blog Un mundo por volar donde comparte sus aventuras y experiencias vividas en los viajes que realiza.
8 ideas sobre “10 razones para ser tripulante de cabina”
Hola quisiera saber si tengo 30 años me tomaran…??y lo más importante me impide si tengo hijos
¡Hola Yhoana!
Pues yo empecé con 35 años, así que no te desanimes por eso, es totalmente posible! En cuanto a lo de tener hijos, tampoco es un impedimento, no conozco ninguna aerolínea que descarte candidatos por eso. Ya es más un tema personal de cómo te puedas organizar tú con los horarios del trabajo y el cuidado de tus niños. ¡Saludos!
Me encanta tu blog
Denota mucha sinceridad
Muchas gracias
Me transmites tus emociones a través de la lectura besos
Muchísimas gracias por tu comentario y perdona el retraso en la respuesta! Eso es precisamente lo que pretendo con mi blog, transmitir sinceramente lo bueno tanto como lo menos bueno de esta profesión que me apasiona y de mis viajes. Me ha hecho mucha ilusión tu comentario, te deseo todo lo mejor en este nuevo año! Besos
Me parece interesante ,pero tengo una duda .
Cuando ya llegues a una edad adulta ,es decir el límite de edad que te permiten para trabajar ahí ,¿Qué otro trabajos puedes hacer ?
Espero por favor respuesta 😶😶
Hola Ana!
Muchas gracias por dejar tu pregunta en los comentarios. Te cuento que mucha gente se queda en esta profesión hasta que llega el momento de la jubilación, siempre que su estado de salud lo permita. Otros casos que he conocido, han pasado a realizar distintos tipos de trabajos, casi siempre en puestos de atención al cliente.
Lo que pienso que siempre es importante tener en cuenta, es que cada cinco años (al menos en Europa) tienes que renovar tu certificado médico aeronáutico. Siempre puede pasar que por cualquier problema de salud que surja, te digan que no puedes seguir realizando este trabajo. En muchos casos, tu aerolínea podrá ofrecerte un puesto en tierra en el aeropuerto. Sin embargo, yo siempre recomiendo haber estudiado previamente alguna otra cosa que te interese, para tener una alternativa en caso de que algo suceda.
Espero que mi respuesta te haya ayudado a resolver tu duda 🙂 ¡Saludos!
una prehunta cuando llegas a el destino te quedas en la ciudad hasta que se van (1 o 2 dias despues) o se bajan los pasajeros y ustedes se devuelven a su aeropuerto principal (de donde salieron)
¡Hola Valentina!
En mi caso, con la aerolínea para la que trabajo ahora siempre volvemos a nuestra base, ya que hacemos vuelos no muy largos y siempre hacemos la ida y vuelta en el día. Sin embargo, en cada compañía es diferente. Sobre todo si vuelas larga distancia, siempre te quedarás al menos una noche en el destino, porque hay que cumplir con los tiempos de descanso de la tripulación.
¡Gracias por pasarte por el blog!
Saludos,
Arantza